FABIO PUSTERLA
Poeta, narrador, crítico y traductor, Fabio Pusterla (Mendrisio, 1957) está reconocido no sólo como uno de los más importantes escritores suizos de la actualidad, sino también como uno de los nombres más destacados de la literatura en lengua italiana de las últimas décadas.
Iniciada en 1985 con el libro 'Concessione all'inverno', al que siguieron en 1989 'Bocksten', la bibliografía de Pusterla se compone de numerosos títulos, algunos de los cuales han sido traducidos al francés, al alemán y al serbio.
La voz de Bocksten viene de un tiempo y un espacio lejanos: es la voz de un hombre, el Bockstenmannen, que tal vez fue linchado en el siglo XIV en un pueblo sueco y cuyo cadáver, junto con algunos restos de su indumentaria, se encontró en una turbera en 1936 y se exhibe hoy en un museo local. Esta imagen-voz recrea distintos momentos de la vida imaginada de ese hombre medieval anónimo, impresiones sobre el paisaje que lo rodeaba, sensaciones y pensamientos; da cuerpo y voz a lo invisible, a lo ausente, a lo sumergido desde hace siglos en un remoto pasado.
Y era solo agua, y recuadros de tierra:Poeta, narrador, crítico y traductor, Fabio Pusterla (Mendrisio, 1957) está reconocido no sólo como uno de los más importantes escritores suizos de la actualidad, sino también como uno de los nombres más destacados de la literatura en lengua italiana de las últimas décadas.
Iniciada en 1985 con el libro 'Concessione all'inverno', al que siguieron en 1989 'Bocksten', la bibliografía de Pusterla se compone de numerosos títulos, algunos de los cuales han sido traducidos al francés, al alemán y al serbio.
La voz de Bocksten viene de un tiempo y un espacio lejanos: es la voz de un hombre, el Bockstenmannen, que tal vez fue linchado en el siglo XIV en un pueblo sueco y cuyo cadáver, junto con algunos restos de su indumentaria, se encontró en una turbera en 1936 y se exhibe hoy en un museo local. Esta imagen-voz recrea distintos momentos de la vida imaginada de ese hombre medieval anónimo, impresiones sobre el paisaje que lo rodeaba, sensaciones y pensamientos; da cuerpo y voz a lo invisible, a lo ausente, a lo sumergido desde hace siglos en un remoto pasado.
agua plana, solo a trechos encrespada
por lejanísimos mitos, aventuras,
y tierra oscura, corteza
profunda, dura,
con algo pulsante por debajo,
quizás maloliente, quizás no.
Algunos han elegido el mar, su balanceo.
Otros cultivan centeno, raíces,
y bailan por la noche en torno a las hogueras.
Yo excavo, excavo, sin saber por qué.
El lugar: una turbera,
un pantano boscoso, y no muy lejos el mar.
Aquí regresa
entre nuevos árboles iguales, los huesos blancos
intactos, y su mensaje
en la túnica oscura:
el rojo del cabello, la agitación de una ardilla
y tres estacas en el pecho.